La tía Lola miraba siempre con unos ojos como pasados por agua. Y claro, ¡así como iba a quitarse aquel aburrimiento del alma!. Por eso, el abuelo recomienda a Alejandro, su madre y su tía un viaje en tren para descubrir el misterio de la imaginación. Algunos extraños personajes convertirán estos días en una aventura muy divertida e inolvidable/ Ilustraciones de Irene Fra/ A partir de 10 años